Después de haber tenido una educación católica (comunión, confirmación, misa conciliar), me alejé de ella siendo adulto y no les di una educación católica a mis hijos.
Durante muchos años dudé, quise volver y me obligué a ir a misa, lo que me pareció ridículo porque no tenía sustancia...
Luego me hablaron del Vaticano II y de la reforma de la Iglesia y de la existencia de la FSSPX.
Fui allí hace unos 2 años.
Al principio fue un poco complicado porque no sabía latín y no tenía misal. Después de algunas misas combinadas con lecturas sobre la reforma del Vaticano II en particular, comprendí que había encontrado lo que buscaba... Difícil de explicar.
La fe que sentía en lo más profundo de mí finalmente logró expresarse porque sentí una presencia real, una humildad real. Comprendí el verdadero significado de la misa (el sacrificio renovado que no encontramos en la misa conciliar que ya no tiene cualquier significado y por una buena razón...).
Estas misas me aportan mucho bienestar y serenidad en este período convulso que vivimos actualmente. Al mismo tiempo, retomé el catecismo para adultos en la puerta latina (+ lecturas, vídeos...) lo que me ayudó mucho.
Estoy tratando de compensar lo que me perdí, es decir, poner a mis hijos en el camino hacia Dios, lo cual es muy difícil a los 25/30 años, incluso si se enteraron por sus abuelos.